EL
LENGUAJE DÉVICO
Por Vicente Beltrán Anglada
La temática que informará este
capítulo ha de merecer toda nuestra atención, habida cuenta de que es a través
del lenguaje hablado o escrito que son establecidas las relaciones normales
entre los hombres. Obviamente, pues, nuestra atención en lo que a la vida
dévica respecta y a la posible comunicación que pueda ser establecida con sus
mundos invisibles ha de ser la obtención de la CLAVE común, en orden a sonidos, que condiciona
su lenguaje. Dice Mme. Blavatski al respecto en la Doctrina secreta:
"El lenguaje de los dioses (o de los Ángeles) está compuesto de sonidos,
de números y de figuras, y aquél que sepa pulsar esta triple Nota podrá
conversar con Ellos." Bien, esto es precisamente lo que hemos intentado
decir desde un buen principio cuando nos referíamos a "sonidos, colores y
formas geométricas".
Nuestra experiencia de contacto
angélico nos ha permitido entrever un lenguaje dévico de carácter universal,
como el que distingue a las notas de la música, formado de sonidos (los de la
propia Naturaleza); de signos aritméticos, basados como los nuestros en ciertos
símbolos de carácter cósmico, y de una extraordinaria profusión de colores, los
cuales, al parecer, constituyen el contexto o tema básico de una conversación.
No podríamos atrevernos en manera alguna a penetrar el misterio inefable de la ESTRUCTURACIÓN DE
LAS FORMAS de la Naturaleza
sin tener en cuenta el poder del lenguaje dévico como elemento básico de
CONSTRUCCIÓN. En un capítulo precedente hicimos referencia al significado
oculto del NOMBRE de los Devas y de los hombres para producir las actividades
mágicas que conducen al embellecimiento de las formas que constituyen la vida
de la Naturaleza
y de los ambientes sociales del mundo, siendo los llamados MÁNTRAMS unos
sonidos específicos, reconocidos por los investigadores esotéricos, con el
suficiente poder como para atraer la atención de determinados grupos de Devas y
producir a través de Ellos algunos efectos de características mágicas en los niveles
físico, astral o mental.
Así, pues, la tarea principal de los
investigadores de los planos ocultos es tratar de apropiarse adecuadamente de
los símbolos etéricos de construcción de que se valen los Devas para producir
las distintas formas geométricas que en su conjunto constituyen el Universo en
todos sus niveles de actividad cíclica y tratar de hallarles sus
correspondientes sonidos creadores. Dichos símbolos aparecen en distintos
colores, fulgidos, claros y brillantes, sobre un fondo etérico de color azul
índigo, que es el color que corresponde a nuestro espacio universal visto desde
las elevadas regiones etéricas en donde la contaminada atmósfera planetaria
jamás podrá penetrar.
Simplificación de las formas |
En algunas de las láminas que se adjuntan
en este libro podrán contemplar ustedes las formas ocultas del lenguaje
angélico, mucho más rico e incluyente que el más perfecto lenguaje hablado en
nuestra Tierra, por cuanto cambia constantemente de forma, de color y de sonido
y expresa una riqueza de sentimientos imposible de ser descrita. De tal
lenguaje participa la
Naturaleza
entera y le dan adecuada objetividad
los elementales constructores de la tierra, del agua, del fuego y del aire. Es
curioso advertir esta circunstancia, dada la profusión de
"articulaciones" -si podemos decirlo así- que posee la expresión oculta
de los devas. Mi primera conversación dévica tuvo lugar hace ya bastantes años
(1), y puedo asegurarles que se trata de una experiencia realmente trascendente
en orden a la evolución espiritual del ser humano, por cuanto permite adueñarse
de "los pequeños secretos de la Naturaleza ", aquellos que suficientemente
acumulados en el cuerpo causal llevan invariablemente a la Iniciación. No se
trata de un lenguaje como el nuestro, aunque está lleno de unas suaves aunque
profundas articulaciones que hay que saber interpretar, ya que constituyen en
su esencia la característica especial del Deva con el cual se ha logrado
establecer contacto. Con respecto a mi particular experiencia, puedo decirles
que yo sabía por intuición y por sensibilidad extrasensorial que me hallaba
frente a una exaltada representación del Reino angélico, pero no pude apreciar
signo alguno objetivo de tal Presencia. Sin embargo, de una cosa fui realmente
consciente, y es que de la conversación que el Deva sostenía conmigo
participaba la Naturaleza
entera a través de los más diversos aunque significativos elementos etéricos
que están en la base mística de la misma. Así, la suave brisa al pasar por
entre el follaje de los árboles, el canto de un pájaro allá a lo lejos, el
dulce murmullo de un cándido arroyuelo o el paso de una nube cruzando
raudamente el espacio constituían aspectos distintos o notas diversas de una
conversación llena de mágicos atractivos y de excitante inspiración que de
manera misteriosa me daba razón de una corriente de vida muy distinta a la
humana, pero que desde las profundísimas oquedades del espacio me hablaba
también del culto supremo a un DIOS que era el mismo que había creado a los
Ángeles y a los hombres y que constituía un inefable canto de belleza y armonía
a la gloria de la
Creación. Inicié , pues, de esta manera, un proceso infinito
de acercamiento espiritual al mundo indescriptible de los Devas, y es también
de esta manera que, inducido por la plenitud de tal contacto establecido, me
siento
profundamente interesado a hablar de
tal mundo de armonía a todos los seres humanos que, al igual que yo, están
deseosos de captar el misterio infinito de
Verdad que se oculta más allá de los
éteres más densos y groseros que ensombrecen la faz doliente de la Tierra.
Aquella experiencia inicial en mi
incesante búsqueda del secreto angélico que encerraba la Naturaleza afectó
singularmente mis oídos internos, los cuales se sensibilizaron de tal manera
que pude adquirir una noción tan virtualmente objetiva del SILENCIO que en
ciertos momentos se convertía en un SONIDO OCULTO. La asiduidad de tal
experiencia hizo cambiar mi vida al conjuro de una nueva y desconocida
vibración orgánica de la cual participaban, al parecer, todos los átomos y
células de mi cuerpo físico, constituyendo una NOTA única, que constantemente y
desde entonces me acompaña y me sirve de punto de referencia cuando he de
pronunciar el mántram O.M. en el devenir de mis contactos ashrámicos o de
alguna reunión esotérica de carácter meditativo... Comprendí más adelante que
este SONIDO era solamente el elemento insignificante de una Realidad mucho más
elevada, ya que constituía únicamente parte del Sentimiento indescriptible de
Unión que los Devas introducían en mi ánimo como inicio de un proceso de
aproximación al mundo
de los hombres. Pude entrever así, en
momentos de suave recogimiento, que el Drama de la Evolución del Universo
en todos sus niveles se gesta en el Espacio y que la mente humana forma parte
de este espacio en donde la Voluntad
de Dios, ejercitada a través de los Devas, se introducía en la vida del hombre
y le hacia progresivamente consciente de las leyes inefables de la evolución,
las cuales carecerían de sentido sí no hubiese en sus más ocultas raíces el
Sentimiento de Unidad que ha de existir entre todos los seres creados y del
cual los Ángeles o Devas, en sus infinitas huestes y jerarquías, son el más
elevado exponente y los más poderosos estímulos.
Puedo decir así, refiriéndome a fases
posteriores, que las conversaciones de los Devas no afectaban solamente mis
oídos físicos, sino que se hicieron audibles y perceptibles en otras
dimensiones. Pude observar de esta manera una multiplicidad de formas
geométricas que de manera misteriosa se introducían en el campo perceptivo de
mi conciencia, llevando cada una de ellas su peculiar color y su adecuado
sonido. Mi cielo mental –por decirlo de alguna manera- se teñía de un oscuro
color azul índigo, el color característico de nuestro Universo de Segundo Rayo [el que expresa Amor-Sabiduría], y de
sus insondables profundidades surgían aquellas formas geométricas llenas de un
indescriptible simbolismo y de un mágico dinamismo creador, mediante las cuales
los Devas expresaban su sentimiento de aproximación y me revelaban las ocultas verdades
de la Naturaleza , algunas de
cuyas significaciones más al alcance de mi pensamiento humano han servido de
base a este libro, un libro que habla de Ellos, de los Ángeles, de los
Mensajeros de la Divinidad
y de los gloriosos Artífices de la
Creación.
El Carácter de la Revelación Dévica
Quizá se pregunten ustedes acerca del
alcance o del significado esotérico de estas Conversaciones dévicas. Según he
llegado a vislumbrar, después de sostener con Ellos muchas y muy fecundas
conversaciones y contactos, son muchos los hijos de los hombres que en el
devenir de esta Nueva Era, dentro de cuya zona de influencia está penetrando el
planeta Tierra, “están siendo aleccionados" para poder interpretar el
mensaje de estas Fuerzas Ocultas de la Naturaleza y poder dar virtualmente fe de una
corriente de vida evolutiva que corre paralelamente a la humana y a la cual los
hijos de los hombres deberán aproximarse cada vez más para poder ser
conscientes de las Leyes de Fraternidad que rigen el Universo dentro del cual
vivimos, nos movemos y tenemos el ser. No se trata, por tanto, de justificar
una actitud, sino de "mostrar el lado oculto de una ley científica"
que el hombre sólo conoce muy superficial e imperfectamente y que debe ser
esclarecida en su máxima profundidad, para que el planeta Tierra salga lo más
pronto posible de este KALI YUGA kármico que únicamente nos da noción de dudas,
incertidumbres, sufrimientos y muerte... La Paz en la Tierra y el Reinado del Amor y de la Justicia solamente serán
posibles a medida que los hijos de los hombres, cansados de retener en sus
manos "tantas cosas ilusorias", vayan dejando de acumularlas en el
tiempo y decidan definitivamente abrir sus mentes y corazones al devenir de una
vida más noble y fecunda y acojan la ley de fraternidad que ya existe en los
mundos invisibles u ocultos de la
Naturaleza como la obra común de toda la humanidad. Tal es el
carácter de la Revelación Angélica :
ayudar a los hijos de los hombres a reconocer las leyes de igualdad que rigen
el Cosmos Absoluto y de las cuales cada Ángel es un elevado exponente y un
celoso Guardián.
Agnis del Fuego |
Advertidos muy cuidadosamente por los
Devas amigos que gentilmente establecieron contacto con nosotros, no hemos
matizado los símbolos que aparecen en las láminas correspondientes con su
definido y especifico color, teniendo en cuenta la relación que existe entre
ciertos colores y determinados sonidos, y no queriendo los Devas ser
inoportunamente "invocados" al ser percibidos tales colores que les
hace vibrar en el éter cuando se producen esos
especiales sonidos que determinan una
inevitable "invocación". Aparecen, pues, indistintamente en forma de
imágenes vibrantes de color áureo sobre un fondo azul índigo, pero para los
verdaderos entendidos y profundos investigadores esotéricos tales imágenes, o
formas geométricas, serán lo suficientemente significativas como para poder
depararles intuitivamente lo que tales Devas tratan de decir en sus mensajes y,
más importante todavía, el SONIDO especifico mediante el cual pueden ser
"particularmente" invocados.
Se trata, en realidad, de establecer
un adecuado y necesario equilibrio entre el
Silencio humano y la Palabra dévica. Como es
lógico, esto exigirá un constante
y permanente profundizar en lo mas
secreto y oculto de nosotros mismos.
El Silencio y la Palabra
Nos hallamos, como verán, al
principio de un nuevo orden de cosas y al borde de unos grandes y profundos
cambios en el orden social y humano, debidos a la presión ejercida por la Constelación de
Acuario sobre la totalidad del planeta. Pero, no olvidemos en ningún momento
que tales transformaciones individuales y sociales no adquirirán aspectos
positivos de identidad planetaria si no entrevemos en una cierta medida la
influencia de los Ángeles, de los Devas o de las Energías Individualizadas de la Naturaleza en la vida
de la humanidad. Deberán ser verificados grandes intentos en tal sentido, singularmente
en lo que respecta a los aspirantes espirituales del mundo, algunos de los
cuales, profundamente impresionados por los grandes avances científicos y
tecnológicos de los últimos tiempos, han dejado un poco de lado quizá la Regla de Oro de los
discípulos en no importa qué edad de la historia planetaria, cuyo objetivo era
y ha sido siempre crear "Magia Blanca” en sí mismos y a su alrededor, una
tarea de la más elevada trascendencia, imposible de ser realizada si no ha sido
establecido un previo y consciente contacto con los augustos Devas que desde el
principio de las edades estuvieron entrañablemente vinculados al karma de los
hijos de los hombres. Hay que reconocer, por tanto, ya que de no hacerlo
avanzaremos muy lentamente por el Sendero de la Evolución , que los
Ashramas (2) de la Jerarquía ,
a los que todos sin excepción deberemos acceder algún día, han seguido fielmente
aquella Sagrada Regla de Oro, la cual está basada en la comprensión del
significado intimo y profundo del SILENCIO DEL CORAZÓN que permite a los
verdaderos discípulos "ver y oír" en los mundos invisibles y, más
adelante, cuando la palabra haya perdido para siempre la posibilidad de herir,
adquirir el poder de "invocar a los dioses inmortales", es decir, a
los Ángeles o Devas que realizan su evolución paralelamente a la de los seres humanos.
Podríamos decir al respecto que algunas de sus esplendentes Jerarquías están
tan íntima y estrechamente unidas a la vida de la humanidad que pueden
intercambiar sus experiencias angélicas con aquellos hijos de los hombres que
posean sensibilidad espiritual y hayan desarrollado en una cierta
medida el amor a la Raza. Según se nos
dice esotéricamente, algunos de estos Ángeles pasaron anteriormente por la
evolución humana y son "tan extraordinariamente conocedores de la
psicología del hombre" que saben de sus más ocultos y profundos deseos y
de sus más elevadas aspiraciones. No es en vano, pues, que en literatura
esotérica se les denomine con justicia "Ángeles Familiares".
Podríamos afirmar, dentro de este
orden de ideas, que un trabajo preliminar de "captación consciente de
energías celestes", tal como profusamente nos las ofrece la Constelación de
Acuario, está siendo realizado en los niveles ocultos, allí en donde trabajan
los verdaderos discípulos espirituales, a fin de adquirir las capacidades
íntimas de comunicación con diversas categorías de Devas, altamente
evolucionados, cuya principal misión es enseñar a los seres humanos "el
Secreto de la Voz ".
Esta revelación ha de ser conquistada para poder dominar plenamente los niveles
psíquicos de la humanidad que condicionan mayormente los ambientes sociales del
mundo.
Esta VOZ, como habrán podido ustedes
imaginar, es el Nombre o Sonido oculto del alma humana, cuyas vibraciones
afectando el éter pueden determinar los siguientes resultados:
1. Destruir la multiplicidad de
Formas Psíquicas de carácter indeseable que polucionan el mundo astral y
encadenan la mente humana a las nocivas influencias de Kama Manas (2).
2. Permitir "horadar",
esotéricamente hablando, las compactas nubes psíquicas a fin de que a través de
sus amplias aberturas puedan filtrarse los luminosos rayos del entendimiento
superior en la mente de los seres humanos.
3. Dar razón de una corriente de vida
procedente del Reino Dévico, cuyas elevadas Jerarquías deberán penetrar en un
próximo futuro en los ambientes sociales de la humanidad, determinando
potentísimos cambios en sus limitadas y condicionantes estructuras.
Lógicamente, el secreto de la Voz sólo será descubierto
inicialmente por un grupo muy selecto de discípulos entrenados desde hace
muchos años en el difícil arte del Silencio aunque le seguirán progresivamente
muchos otros aspirantes espirituales, surgidos como la blanca espuma del agua,
entre el incontable número de hombres y mujeres de buena voluntad del mundo. La Jerarquía Espiritual
del planeta tiene la esperanza de que dentro de unos pocos lustros la actividad
de la Voz del
Alma sea tan intensa en la vida de la humanidad que permita a muchos
"hijos de los hombres" desarrollar facultades auditivas y visuales en
los niveles ocultos y puedan establecer contacto con los Devas Familiares más
cercanos a sus particulares e íntimas evoluciones.
Consideramos muy necesarias, por
tanto, las explicaciones anteriores acerca del lenguaje de los Devas, teniendo
en cuenta que la interpretación de sus mágicos significados permitirá adueñarse
progresivamente de los secretos del tiempo y desviar, ocultamente hablando, el
curso de los acontecimientos que crean la historia del mundo, encauzándolos
hacia aquellas infinitas tierras de promisión y de justicia social que
constituyen actualmente sólo unas utópicas ideas y unas muy remotas esperanzas.
Los Ángeles del Silencio
Hay un tipo de sensibilidad dévica
proveniente de los más elevados subplanos del plano astral, cuyas repercusiones
en la vida mística de la humanidad pueden ser medidas en términos de paz,
quietud y recogimiento.
De ahí que los Ángeles que viven, se
mueven y tienen su razón de ser en tales niveles son denominados esotéricamente
"Los Ángeles del Silencio". Esta realidad será difícil de ser
aceptada por nuestra mente concreta, sujeta constantemente a la presión de las
cosas objetivas y tangibles de la
Naturaleza , pero cuando la vida psicológica del ser humano ha
desarrollado en una cierta e importante medida "el amor de Dios", muy
distinto en verdad de lo que llamamos “amor humano", la idea anteriormente
expuesta empieza a tener un pleno y absoluto significado y se llega a la
comprensión clara y concluyente de que las "meditaciones" y aun las
llamadas "prácticas de silencio mental" sólo tendrán valor y eficacia
reconocida si el corazón está libre y desapegado no sólo de las cosas del
mundo, sino también de las ansias de crecimiento espiritual. El Silencio del
Corazón, mediante el cual son invocados los Ángeles del Silencio, exige aquello
que en lenguaje muy esotérico definimos como "desapasionamiento", el
cual sólo puede ser logrado cuando en el intento, a veces desesperado, de la Búsqueda dejamos en cada
repliegue de la mente o en cada recodo del Sendero “jirones de nuestro yo vencido".
Y, sin embargo, el Silencio del Corazón no es el resultado de una lucha o de
una resistencia a la vida en cualquiera de sus motivos condicionantes, sino un
impulso de sagrada comprensión que nos lleva adelante, triunfando de todos los
obstáculos que se oponen a nuestro camino. La lucha, tal como humanamente la entendemos,
es decir, como una reacción contra algo o contra alguien, jamás nos acercará a la Morada de los Ángeles del
Silencio... Lo que realmente precisamos es darnos cuenta, “sin lucha ni
resistencia alguna” de las cosas que sobran en nuestra vida no para
sofocarlas ni para destruirlas, sino para que nos revelen, frente al drama
kármico de nuestra vida, "sus verdaderas razones y motivos”.
Formas geométricas implantadas en el Cosmos |
Descubierto el verdadero sentido de
una cosa, ésta desaparece sin lucha ni conflicto alguno del campo conceptual de
la conciencia y deja virtualmente de atarnos a la rueda kármica de las
caprichosas veleidades y de la futilidad de los motivos. Sobreviene entonces
una acción maravillosa de carácter dévico, la cual “operando desde el éter” ayuda
a disolver aquellos residuos que nuestra atenta observación había arrojado a la
periferia de nuestra aura magnética. El Silencio natural implica “nitidez
áurica”, y nadie podrá realmente gozar de sus impersonales y
extraordinarios beneficios, cuyo carácter es iniciático, si su aura
etérica se halla llena de residuos
kármicos, los cuales, en sus profundas motivaciones, no son sino deseos
posesivos cristalizados que condicionan y empobrecen la conducta.
Esotéricamente hablando, la verdadera
salvación psicológica del ser consiste en aprehender el sentido de la vida
afrontando serenamente, pero con indomable energía, el presente inmediato. Esto
exigirá naturalmente una gran dosis de atención y de observación, pero en la
intensidad de las mismas se comprobará que el “yo acumulativo” creador
de los problemas humanos, va dejando progresivamente de actuar y finalmente por
desaparecer del campo de la conciencia. Al llegar a este punto es cuando se produce
el hecho, anteriormente descrito, de rechace de deshechos psíquicos hacia la
periferia del aura magnética o etérica del ser humano, con la consiguiente
actividad de los Ángeles del Silencio, cuya virtualidad principal es limpiar
dicho campo magnético con el fin de propiciar la precipitación sobre el planeta
Tierra de aquellas esplendentes energías, desconocidas todavía para la inmensa mayoría
de las gentes que han de producir “redención etérica” y la introducción de
un nuevo orden social en la vida de la humanidad, más en armonía con las sagradas
leyes de la Jerarquía
y con el santo Propósito de SHAMBALLA.
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(1) La relación de tal experiencia
está más detalladamente expresada en el libro "La Jerarquía , los Ángeles
Solares y la Humanidad ".
(2) Ashram: “En el ciclo pasado del planeta, encarnaron seres de
avanzada evolución que, entre otras tareas – la mayoría interiores -, asumieron
acompañar la formación y el desarrollo espirituales de los individuos a los
cuales estaban vinculados por lazos profundos. Al grupo que se reunía en torno
de estos instructores, y a veces también al lugar que habitaban, se les daba el
nombre de ashram. Cada maestro tenía
su ashram, que manifestaba
determinada vibración y representaba cierta energía de Rayo, con el propósito
de elevar la energía de los hombres y del mundo… Fueron las simientes que hoy
despuntan como Grupos Internos.” (J. Trigueirinho, Léxico esotérico, Bs. As.
Kier, 2003, pág. 37) [Nota de G. A.]
(3) Denominación
de la esfera de creación de formas-pensamiento originadas en los impulsos del
deseo desde el Plano Astral inferior. Este asunto se trata en el Capítulo V,
“Formas etéricas”, de este mismo libro.
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ILUSTRACIONES
COMENTADAS
El lenguaje Dévico
Los grabados que seguirán, correspondientes
a “Lenguaje Dévico”, fueron captados en niveles etéricos superiores,
reflejados desde el plano mental por ciertos Devas de elevada integración
espiritual que decidieron ayudarnos en nuestras investigaciones ocultas. Los
distintos dibujos que constituyen cada grabado tienen un significado mágico y
forman parte de los contextos de unas conversaciones dévicas. Al final de las
mismas, y como corolario y despedida, aparece siempre la nota clave mediante la
cual el Deva se da a conocer y vela en forma misteriosa el secreto de su
nombre, místicamente encubierto bajo la representación de un simbolismo vivo
que sólo el Iniciado es capaz de comprender e interpretar correctamente. La
observación atenta de tales dibujos revelará claramente la distinción entre
unos y otros Devas y cuán diferentes son los sistemas ideográficos utilizados
para comunicarse entre sí, representativos de su grado de integración
espiritual.
Según se nos dice ocultamente, todos
los lenguajes de la Tierra ,
incluidos los que tienen carácter sagrado, fueron transmitidos a la humanidad por
los grandes Devas venusianos del plano mental. Se puede también afirmar que
todos los sonidos articulados de la Naturaleza , sean cuales sean los reinos, las
razas y las especies que los emiten, son básicamente formas geométricas en el
mundo mental, que se convierten en colores definidos al atravesar el plano
astral y se hacen finalmente audibles en los niveles físicos, pudiendo ser
apreciada a calidad de aquellos lenguajes, voces o sonidos de la Naturaleza , por la
riqueza de los significados simbólicos de las formas geométricas y la belleza
de los colores que de ellas irradian, debiendo ser entendido esotéricamente el
proceso creativo que va de las formas geométricas a los múltiples sonidos y el
que en mística reciprocidad va de los sonidos a las formas geométricas, es una
actividad eminentemente dévica o angélica cuyo estudio deberá entrar un día en
el campo de la investigación científica.
El lenguaje Dévico (I)
Conversación dévica sostenida entre
dos Ángeles muy evolucionados.
La simplicidad de formas geométricas
al principio de la misma contrasta evidentemente con la riqueza de significados
que pueden captarse al final de la misma.
En el curso de la conversación son
mencionados alguna Devas astrales, denominados esotéricamente “Señores de la Media Luna ”, los
cuales, al parecer,
están jerárquicamente bajo las
órdenes de dichos Ángeles y cumplen ciertas disposiciones de trabajo. Los dos
grabados finales son la representación característica de aquellas dos Entidades
angélicas, cada cual con su propio simbolismo y significado.
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El lenguaje Dévico (II)
Signos aparecidos en los éteres del
espacio y captados durante el curso de una ceremonia litúrgica de carácter
religioso.
Tales signos son respuestas
evocativas de un Ángel de elevada integración espiritual correspondiendo al fervor
y sinceridad con que es efectuado el acto
religioso. Véanse las cruces que
aparecen en casi todos los grabados, hasta que al final aparece una especie de templo
con la cruz en la parte más elevada, siendo este símbolo la forma
característica mediante la cual el Ángel se define y cualifica.
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El lenguaje Dévico (III)
(No se halló imagen disponible en internet)
Esta expresión simbólica dévica fue
captada magistralmente por el señor JOSEP GUMI en el transcurso de una
conferencia pronunciada por el autor del libro en la que hacía mención
específica a la naturaleza psicológica de las actividades dévicas.
La belleza de los dibujos y la
armonía de sus trazos geométricos indican la presencia de una Entidad angélica
que desde el plano mental intentaba inspirar
al conferenciante sobre algún punto
que consideraba importante para la mejor comprensión de la temática dévica.
Vean, al final de los grabados, aquel
que define y particulariza al Ángel cuya presencia fue contactada en los
niveles sutiles.
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El lenguaje Dévico (IV)
He ahí la expresión vibrante de un
Deva superior intentando establecer contacto con un ser humano.
La cualidad vibratoria de los
sonidos, formas y colores sólo puede ser parcial e imperfectamente registrada
en el grabado pese a que el señor GUMI, que es un
excelente artífice en el arte de la
expresión, ha logrado matizar adecuadamente aquella cualidad vibratoria llevándola
del plano mental, un espacio de cinco dimensiones, al nivel de la expresión
física la cual, en orden a las limitaciones del plano del dibujo, sólo puede
representar dos.
Esta singularidad revela la calidad
del artista y su perfecto dominio de los éteres dentro del campo conceptual de
los sentidos físicos. Al final, como siempre, la firma o rúbrica del Deva.
♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦
Vicente
Beltrán Anglada, ESTRUCTURACIÓN DÉVICA
DE LAS FORMAS, Capítulo II y Apartado "Ilustraciones comentadas", Edición electrónica n° 1, Copyright
“Asociación Vicente Beltrán Anglada”, 2008 (www.asociacionvicentebelyanglada.org)
– Todas las imágenes insertadas en el texto del Capítulo II corresponden al
apartado final “Imágenes comentadas”.
El lector interesado puede, eventualmente, asociar a éste otro texto publicado en este mismo blog: EL SONIDO QUE NOS CREA (I): Música, geometría sagrada y multidimensionalidad (23 / 10 / 2012)
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