Me ha emocionado hasta los tuétanos este maravilloso trayecto narrativo en tres secciones arrancado visceralmente de ese cosmos simbólico inagotable y siempre nuevo que es el que, en mi sentir sin severidades académicas, es el más "original" y fascinante pintor conocido: Vincent van Gogh... Juzgo en extremo cuidadoso y pleno de pasión y de inspiración el trabajo trabajo personal de MYSTIC VIDEO AI, prueba, además, de cuánto es capaz hoy de realizar la Inteligencia Artificial, inalienable ya de nuestro mundo en ciernes, y, a la vez, temible "extraño atractor", un subrepticio agente de no imposible alienación, de no siempre perceptible estancamiento... Quizás un cierto afán "panorámico" y omniabarcador obre en detrimento de una exploración más profunda (más "íntima", si se me permite la redundancia etimológica), menos predecible y "cinematográfica", de los territorios y los recodos psíquicos, psicológicos, estéticos, sociológicos o torrentosamente metafísicos del vertiginoso caleidoscopio que el genio holandés legó a la humanidad. Me son poderosamente afines la vivencia dinámica, la inspiración onírica y demencial, y el tratamiento trágico que dominan el relato visual; mucho menos - debo confesar - me acompaña, mucho menos "vibra" conmigo inmerso en ese mundo en constante autoreconfiguración, la música en esta alquímica aventura, ya por el espíritu compositivo que despliega, ya por la instrumentación, ya por las intensidades, los ritmos y el volumen algo efectistas... [GUSTAVO ARITTO, hoy y en algún lugar de un mundo aún incógnito]
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