Enredan mares
redes que marean.
Epilepsia de brújulas suicidas.
Vuelve el virus
del miedo a las guaridas
donde sus faros
ciegos parpadean.
Peldaño,
pie, pel
daño… pre
ci
picio…
Del vacío sin
bordes cuelga un puente:
¿quién vigila al
satélite, obediente
guardián de
nuestro cruce hacia el Hospicio?
Llegaste al fin,
sin dejar rastros. Pasa:
soy el clon de tu
hueco eco eco
Fósil del sueño
que latió en tu brasa.
Traicionaste a
tus astros hoy remotos.
Queda tu canto
amordazado y seco.
Queda tu exilio
en los espejos rotos.
Gustavo Aritto
Poema incluido en La espiral de fuego. Siete palimpsestos del caos, Buenos Aires, 2008.
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