Luciérnagas surgiendo de las
rocas,
de los muros del Valle.
Siento que me conocen de antes, de
hace mucho,
que saben de otras sombras y otros
nombres
con los que caminé
bajo el asedio de los mismos
astros…
Un paso, nada más.
Un solo paso…
Mi precipicio ciego se desnuca
donde pudre sus fósiles el pensamiento.
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Cansado de probar, probar en vano,
dejo caer la llave
y me pregunto,
¿no seré también yo la puerta y el
cerrojo?…
Un paso nada más.
Un paso solo…
El resplandor de cúbicos cristales
escala las mansiones extrañas de
mi noche.
Gemas de lapislázuli
alumbran la caverna tatuada con
mis ecos. 20
Todo anhela volverse música y
esfera:
mi precipicio y yo,
yo y mi vacío:
URÚ SHANTÍ NARAHUAM…
URÚ
SANÍ GUARÚ…
Se va extinguiendo el mundo conmigo, silencioso;
el filo de la luna,
el filo de la roja lengua humana.
Voy dejándome ser
fuego en el fuego, así, aire en el aire,
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cáliz y espina,
ceniza inclaudicable,
soplido momentáneo en el espejo…
Tal vez ya sea nadie.
Un paso nada más.
Un solo paso…
Puede que este Universo
quiera hoy olvidarme.
En la ciudad radiante de laderas azules
sumergida en el sueño de la tierra, 40
recogerán mi cuerpo sin peso y sin deseo
acaso camaradas atlantes extraviados,
igual que yo, tras el último viaje…
SABIRANTU
NARAUAMA…
ICHÍ…
SHANTÍ NAURÚ…[1]
Pero en la oscuridad,
una muda partícula
y su imán misterioso
premeditan el Caos, 50
el virus demencial para otra Matrix,
poblar de miedo y culpa
la amnesia de los siervos,
y tentar a los dioses
con el fulgor sin par del
auricalco [4]
doblar los lomos, silenciar la
sangre,
el chasquido erizado de los
látigos…
¡Corazón… corazón…, no miremos atrás!
Sigue, sin cavilar, ese fulgor que oscila:
es la llama del hacha de los Iniciados
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que cultivan en Erks [5]
los granos de otro tiempo…
En el Valle me observan sus luciérnagas;
somos uno y el mismo contemplándonos.
Saludo con mi mano, como un niño.
Y ellos, como lo hacen las estrellas.
Uno y lo mismo somos.
Uno y el mismo acorde.
URÚ SHANTÍ NARAHUAM…
URÚ SANÍ GUARÚ…
Se han deshecho las redes 70
que atrapaban mis días y sus
noches
en el ruido ordenado de sus historias
viejas.
Por fin oiré mi río sin origen,
rumor que sólo fluye
sin preguntarse a dónde,
ni si era el ruiseñor o era la
alondra.
Porque todo comienza a cada
instante,
y en cada instante pasan, pasan
todas las cosas.
GUSTAVO ARITTO
©2012 / 2013
Este poema
cierra el tríptico titulado ENSOÑACIONES EN LAS MORADAS DE ERKS.
Los otros dos de la serie publicados en este blog son: (I) Plegaria por el fin de un mundo (3 / 4 / 2012), y (II) Hijo del Vacío (20 / 7 / 2012).
[1] “URÚ SHANTÍ NARAHUAM / URÚ SANÍ GUARÚ / SABIRANTU NARAUAMA / ICHÍ / SHANTÍ NAURÚ…”: Mantram en lengua irdín, panlingua
galáctica y virtual protolengua planetaria usada aún hoy por la Confederación Galáctica.
Según la catalogación de J. Trigueirinho, su entonación propicia el
“ofrecimiento del propio ser para el encuentro interno” (es decir, el contacto
personal con energías y entidades del ámbito multidimensional de la Tierra ). La grafía elegida
tiende a reproducir fonéticamente la secuencia. El video de portada realiza
este mantram como plegaria en una
versión divulgada por la comunidad espiritual de Figueira (Minas Gerais,
Brasil).
[2] El
hinduismo y el budismo cuentan a los devas
(o devatás, en hindi) entre las
potestades menores – ya mencionadas en los antiguos Vedas - que disputaron la
armonía del orden terrestre con los asuras,
sus pares demonizados por los lectores modernos del propio Baghavad Gita.
[3] Los Reptilianos son entidades muy avanzadas, aunque
peligrosos, hostiles y negativos, que tienen a los humanos por seres
inferiores. Aunque pertenecen a la raza de los Grises hoy intraterrestres, el
ocultismo cosmológico sostiene que son sabios en el conocimiento de la genética
y que conjuntamente con otras Jerarquías los podemos considerar como nuestros
“padres creadores”, habiendo sido los instigadores principales de la generación
de la especie humana en este planeta. Los Grises son, en general, seres de
condición inmoral y vibración espiritual muy baja, resabio de la caída y el
exterminio de las razas. Otras dos subrazas, moradoras de las profundidades
interdimensionales de la Tierra ,
son sus congéneres: los Reticulianos (procedentes
del sistema Zeta Reticulis) y los Rigelianos (oriundos de Rigel). Fenómenos como
los zombies centroamericanos, los “chupacabras”, los vacunos desollados,
injustificables conflictos bélicos, entre otros, les son atribuidos o, en su
defecto, al menos asociados.
[4] Auricalco, oricalco o aurichalcum: metal muy prístino
apreciado en la Antigüedad remota (muy especialmente la de los tiempos atlantes) más que el propio oro.
[5] ERKS es, presumiblemente, una sigla a partir del distintivo infraterreno Encuentros de remanentes Cósmicos Siderales. La morada suprafísica así conocida sabe de una historia planetaria de unos 23.000 años. Lemures, atlantes, esenios y humanoides y entidades extraterrestres han venido llevando a cabo en sus siete templos menores la más profunda y misteriosa tarea iniciática de la Tierra. Se expande en unos 80 km cuadrados, bajo la superficie geográfica de la villa de Capilla del Monte, en Córdoba, Argentina. Es una ciudad de luz, que abunda en construcciones etéreas en lapislázuli y mantiene un aura de constante elevación espiritual. En su templo mayor la estructura de la materia y la fenomenología electromagnética son sometidas a transmutaciones de niveles ultra sutiles. Tres Espejos cósmicos permiten la interacción con la galaxia, estando los mismos bajo la custodia de seres femeninos con función cuasi sacerdotal. Y una esfera total de radiaciones doradas la contagia de energía crística. La Hermanadad Blanca y los agentes destinados al trabajo de protección y guía sobre el planeta, conocidos como "Jardineros del Espacio", tienen en Erks su base fundamntal de sustentación. Naves nodrizas acuden asiduamente desde sus explanadas a la frontera con la tercera dimensión, haciéndose (cuando fuere propicio) visibles al ojo humano terrícola. La "producción" y utilización de antimateria es una de sus prácticas más prodigiosas. Macro y microcosmos son allí devueltos a su origen común. Erks supone un inconcebible viaje de regreso al inicio del proceso de formación del Universo (material, etéreo, mental, espiritual). Su rayo rector es el crístico 2do Rayo de Amor - Sabiduría.
[5] ERKS es, presumiblemente, una sigla a partir del distintivo infraterreno Encuentros de remanentes Cósmicos Siderales. La morada suprafísica así conocida sabe de una historia planetaria de unos 23.000 años. Lemures, atlantes, esenios y humanoides y entidades extraterrestres han venido llevando a cabo en sus siete templos menores la más profunda y misteriosa tarea iniciática de la Tierra. Se expande en unos 80 km cuadrados, bajo la superficie geográfica de la villa de Capilla del Monte, en Córdoba, Argentina. Es una ciudad de luz, que abunda en construcciones etéreas en lapislázuli y mantiene un aura de constante elevación espiritual. En su templo mayor la estructura de la materia y la fenomenología electromagnética son sometidas a transmutaciones de niveles ultra sutiles. Tres Espejos cósmicos permiten la interacción con la galaxia, estando los mismos bajo la custodia de seres femeninos con función cuasi sacerdotal. Y una esfera total de radiaciones doradas la contagia de energía crística. La Hermanadad Blanca y los agentes destinados al trabajo de protección y guía sobre el planeta, conocidos como "Jardineros del Espacio", tienen en Erks su base fundamntal de sustentación. Naves nodrizas acuden asiduamente desde sus explanadas a la frontera con la tercera dimensión, haciéndose (cuando fuere propicio) visibles al ojo humano terrícola. La "producción" y utilización de antimateria es una de sus prácticas más prodigiosas. Macro y microcosmos son allí devueltos a su origen común. Erks supone un inconcebible viaje de regreso al inicio del proceso de formación del Universo (material, etéreo, mental, espiritual). Su rayo rector es el crístico 2do Rayo de Amor - Sabiduría.
Valle de Cuchi Corral, Córdoba, Argentina |
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