“… l'horloge
de la vie s'est arrêtée tout à l'heure. Je ne suis plus au monde…”
A. Rimbaud, Une
saison en enfer (1)
Maíz y monjes negros.
Engranaje de piedra que nos muele.
La quebrada que anuda y desanuda
el sigiloso músculo del agua.
Granos de tiempo,
el cepo de los falsos calendarios;
ecos de un machetazo por la espalda,
de la primera hebra entre los labios,
de la primera hebra entre las
piernas...
Gira en la
oscuridad 10
la rueda maldecida por la luna;
otra noche la mueve
de tatuajes de cruces y fogatas...
Cuelgan del mediodía los racimos,
las moscas y la mueca de los títeres:
¿quién me dirá por dónde es la salida
de este viejo retablo,
el absurdo que alivia nuestra
máscara?
En la plaza celebra su asamblea
una tribu de voces de
mujer: 20
quebrantos de ganancias y de pérdidas,
de lo que ayer subía y hoy bajaba,
de lo que ayer bajaba y hoy subía…
Remolinos de polvo y llanto humano,
de niño sin sueñera.
Brusca leche de madre,
leche que se entibió en senos helados.
Algo de mí murió rumbo al molino,
donde sólo los pájaros me vieron,
y no sé bien quién es el que
regresa, 30
si carga aún con su sobra,
si se olvidó por fin o vuelve herido,
si es Gustavo su gracia,
o si, por fin, es Nadie,
todos los vagabundos de la tierra,
todas sus intemperies
entre la escarcha añil
y estrellas que titilan y están muertas,
igual que yo y que todos
los poetas sin nombre y sin
derechos, 40
el fecundo vacío
de los que nada temen
perder salvo el silencio,
el ritmo misterioso,
la música callada de los duendes…
Pero cerca, muy cerca,
cómplice del solsticio,
aguarda en los morteros
un amoroso trueno de hélices y esferas,
un capullo de Caos nunca
abierto, 50
la Matrix que activó el cristal de los chamanes…
El viento entre las cañas,
su plegaria de miel,
y el mantra de las rocas en el
río.
GUSTAVO ARITTO
Capilla del Monte - Córdoba (Arg.)
Mayo / 2014
(1) "El reloj de la vida se acaba de parar. Ya no estoy en el mundo.", en Una temporada en el infierno, Noche del Infierno.
qué maravilla leerte Gustavo ! me vienen tantas imágenes a la cabeza...
ResponderEliminarMe quedo especialmente con la del molino..Algo de mí murió rumbo al molino,
donde sólo los pájaros me vieron,
y no sé bien quién es el que regresa
si carga aún con su sobra,."
Nadie es autor de nada. Es sólo el Universo expresándose a través de nuestra ínfima arcilla hecha de miedos y de anhelos. Vos y tu escritura saben de ese Misterio: yo fui testigo también de TUS maravillas. Me daré una vuelta por tu blog. Gracias por estar ahí. Un ABRAZO fuerte.
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