Energía y
transformación
Interlocutor P: Tanto
la ciencia como el yoga sostienen que cuando un organismo vivo es expuesto a
una energía tremenda, tiene lugar una mutación. Esto sucede cuando hay una
exposición excesiva a las radiaciones ‑que pueden llevar a una mutación en los
genes. Según el yoga, eso ocurre también cuando el pensamiento es expuesto, en
la conciencia, al fuego de la energía. ¿Piensa usted que esto tiene algún
sentido en términos de lo que usted enseña?
B: La radiación
puede ocasionar deformidad. Puede haber una mutación destructiva. Un rayo láser
atraviesa el acero y la carne, tiene tanto el poder de destruir como el de
curar.
KRISHNAMURTI: ¿Qué diría usted que es la energía
humana? ¿Qué es la energía en los seres humanos? Hagámoslo muy sencillo.
P: La energía
es lo que hace posible el movimiento.
B: La energía
está a diferentes niveles. Existe la energía al nivel físico. Luego el cerebro
mismo es una fuente de energía; emite impulsos eléctricos.
KRISHNAMURTI: Todo movimiento, radiación, cualquier
movimiento del pensar, cualquier acción, es energía. ¿Cuándo se torna intensa
la energía? ¿Cuándo puede hacer las cosas más sorprendentes? ¿Cuándo puede ser
dirigida para que haga cosas increíbles?
P: Cuando no se
disipa. Cuando se la concentra.
KRISHNAMURTI: ¿Cuándo sucede eso? ¿Sucede en medio
del odio, la ira, la violencia? ¿Sucede cuando hay ambición, cuando hay un
deseo tremendo? ¿Sucede cuando un poeta tiene el impulso, la vitalidad, la energía
para escribir?
P: Una energía
semejante cristaliza y se torna estática.
KRISHNAMURTI: Conocemos esta forma de energía. Pero
la energía que conocemos no produce un cambio en la mente humana. ¿Por qué?
Esta energía se vuelve intensa cuando está actuando el deseo de realización.
¿Cuándo se mueve ella en una dimensión diferente? Un artista o un científico,
usando su talento, intensifican la energía y le dan una expresión. Pero la
cualidad de la mente, la cualidad del ser no se transforma por medio de esta
energía.
P: Hay algo
errado en todo esto.
KRISHNAMURTI: Usted pregunta si existe una cualidad
de energía que transforme la mente humana. Esa es su pregunta. Ahora bien, ¿por
qué no ocurre eso en el artista, en el músico, en el escritor?
P: Pienso que es
porque la energía de ellos es unidimensional.
KRISHNAMURTI: El artista sigue siendo codicioso,
ambicioso, un burgués.
S: ¿Por qué
dice usted que la codicia estorba la acción de la energía? El hombre puede ser
ambicioso, pero también es bueno. Son estos los elementos que constituyen su
personalidad.
KRISHNAMURTI: Nosotros preguntamos por qué, cuando el
hombre tiene esa energía, esa energía no produce un cambio radical
P: El hombre
tiene energía para operar en su medio. Pero existen grandes áreas de su ser
donde no hay movimiento de energía.
KRISHNAMURTI: El hombre usa la energía y opera
plenamente en una dirección, mientras que en la otra permanece inactivo. La
energía está inactiva en una parte de su existencia, y en la otra parte está
activa.
P: Aun los
elementos sensoriales del hombre son parcialmente utilizados.
KRISHNAMURTI: El hombre es un ser fragmentario. ¿Por
qué tiene lugar esta división? Un fragmento se halla tremendamente activo, el
otro no funciona en absoluto. Un fragmento es vulgar, burgués, mezquino.
¿Cuándo se unen estos dos fragmentos para tornarse en una energía armónica, una
energía no dividida?
P: Cuando los
instrumentos sensoriales operan en toda su plenitud.
KRISHNAMURTI: ¿Cuándo ocurre esto? ¿Operan
completamente cuando hay una tremenda crisis?
P: No siempre,
señor. La acción de la crisis también puede ser parcial; usted puede saltar
cuando ve una víbora, pero puede caer en un arbusto espinoso.
KRISHNAMURTI: ¿Cuándo cesa el fragmento de ser un
fragmento? ¿No pensamos en términos de movimiento, en términos de acción, de
cambio? Hemos aceptado el movimiento del devenir. Hemos aceptado la
fragmentación. El movimiento del devenir, del llegar a ser, es siempre un
movimiento fragmentado. ¿Existe un movimiento que no pertenezca a estas
categorías? Vea qué ocurre si no hay movimiento en absoluto.
P: Yo siempre
he encontrado difícil comprender esta proposición suya. La misma naturaleza de
la formulación sugiere lo otro, lo opuesto.
S: Uno en
realidad no conoce el estado de movimiento inactivo.
KRISHNAMURTI: Al comienzo dijimos que había
fragmentación. Un fragmento está muy activo y el otro está inactivo.
B: La energía
del artista, la totalidad de su ser, opera en una sola dimensión. Hay falta de
percepción sensible.
KRISHNAMURTI: No estoy del todo seguro. Un fragmento
es sensible. Usted dice que el otro fragmento no se percibe en absoluto a sí
mismo.
P: El artista
pinta y también tiene un lance amoroso con una mujer. El no ve estas acciones
como fragmentos.
KRISHNAMURTI: Hemos ido más allá de eso. Vemos que él
está fragmentado. Opera en fragmentos ‑uno está activo y el otro está inactivo.
En este letargo hay una acción en marcha. Uno es muy activo, y el otro es una
acción en un tono menor. Vemos esto.
Ahora la pregunta es: ¿puede
esta energía intensificarse para producir una mutación en las células
cerebrales?
P: ¿Puede esa
energía tomar la parte perezosa y alterar su misma estructura de modo que haya
una transformación en ambas partes?
KRISHNAMURTI: Yo puedo ser un gran escultor. Una
parte de mí está inactiva. ¿Usted pregunta si puede haber una mutación no sólo
en la parte inactiva sino también en esa energía que participa en la formación
del escultor?
La pregunta es: ¿aceptaría yo
el hecho de que puedo dejar de ser un escultor? Porque eso puede ocurrir.
Cuando encaro este problema de un cambio en las mismas células cerebrales, cabe
la posibilidad de que no sea más un escultor. Pero para mí es muy importante
ser un escultor. No quiero desprenderme de eso.
P: Dejemos al
escultor. Aquí estamos frente a usted, que dice: miren, este cambio en la
estructura de las células cerebrales puede significar el cese de todo talento,
de toda acción significativa. Nosotros aceptamos lo que usted dice.
KRISHNAMURTI: Correcto. Si usted está preparado para
desprenderse de esas cosas, ¿qué ocurre entonces? Eso significa que usted se
desprende del talento, de la realización, de la perpetuación del ‘yo’. Ahora
bien; ¿cuándo tiene lugar esta mutación que la energía produce en las células
del cerebro?
Vea, donde la energía se
disipa a través del talento y de otros canales, ella no puede ser completamente
retenida. Cuando esta energía no se mueve en absoluto, entonces pienso que algo
ocurre, entonces esa energía tiene que estallar. Pienso que entonces cambia la
cualidad de la célula cerebral misma. Es por eso que preguntaba por qué siempre
pensamos en términos de movimiento.
Cuando no hay movimiento ni
interna ni externamente, cuando no hay deseo de experimentar ni de despertar ni
de ver, ni movimiento de ninguna clase, entonces la energía se halla a su
máximo nivel. Lo que significa que uno debe negar todo movimiento. Cuando ello
ocurre, la energía está completamente quieta, y eso es silencio.
Como decíamos el otro día,
cuando hay silencio la mente se está transformando a sí misma.
Cuando se la abandona por
completo, cuando nadie la está cultivando, ella está quieta como la matriz. La
mente es el vaso del movimiento, y cuando ese movimiento no tiene forma, no
tiene ‘yo’ ni visiones ni imágenes, entonces la mente está por completo quieta.
En esa mente no hay memoria. Entonces las células cerebrales experimentan un
cambio.
Las células del cerebro son
usadas para el movimiento en el tiempo. Ellas son el residuo del tiempo y el
tiempo es movimiento; un movimiento dentro del espacio que el tiempo crea a
medida que se mueve. Cuando la mente ve esto, cuando ve la futilidad de todo
movimiento en el sentido del tiempo, entonces todo movimiento termina. En
consecuencia, cuando la mente niega por completo todo movimiento y por lo
tanto, todo tiempo, todo pensamiento, todo recuerdo, entonces hay absoluta
quietud, no quietud relativa.
Por consiguiente, la cuestión
no es cómo producir la mutación, sino investigar la estructura de las células
cerebrales. El darse cuenta de que cualquier movimiento de las células
cerebrales da continuidad al tiempo mismo, pone fin a todo movimiento
El movimiento está siempre en
el pasado o en el futuro ‑movimiento desde el pasado, a través del presente,
hacia el futuro-. Eso es todo cuanto conocemos y deseamos cambiar dentro de
este movimiento Deseamos el movimiento y no obstante, queremos cambiar dentro
de este movimiento; por lo tanto, las células cerebrales continúan operando. (Pausa)
Es asombrosamente simple. Yo
no sé si usted ve esto. Todas queremos complicarlo. Cualquier esfuerzo para
detener el movimiento es contradicción y por tanto, tiempo y por tanto, no hay
cambio en absoluto. Los buscadores han hablado todos de un movimiento más
elevado, el movimiento jerárquico. La pregunta es: ¿puede la mente negarse a sí
misma todo movimiento?
Mire, cuando usted observa su
cerebro ve que hay un centro que está completamente quieto y no obstante,
escucha todo lo que pasa ‑el autobús, los pájaros-. Queremos detener el ruido
exterior pero continuar con el ruido interno. Queremos detener el movimiento de
afuera pero proseguir con el movimiento de adentro. Cuando no hay movimiento,
hay una tremenda concentración de energía.
De modo que la mutación es la
comprensión del movimiento y el fin del movimiento en las mismas células del
cerebro.
Nueva Delhi
21 de diciembre de 1970
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Diálogo extraído de J. Krishnamurti, Tradición y revolución (título original: Tradition and Revolution, London, 1972), 6; Edhasa, Barcelona, 1978.Versión castellana: Armando Clavier.
Imagen de portada: Afiche digital conmemorativo para The Tempest (La tempestad), de W. Shakespeare, interactivo en el sitio http://www.pinterest.com/folgerlibrary/the-tempest/
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