"Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero."
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero."
LA MÍSTICA DEL SEXTO RAYO CÓSMICO
DE LA DEVOCIÓN Y EL IDEALISMO
- Y EL ADVENIMIENTO
DEL EMERGENTE SÉPTIMO RAYO VIOLETA
DE LA ERA DE ACUARIO -
(Previsiones y reflexiones de El Tibetano)
“Al desvanecerse la influencia de
rayo en una raza, un planeta, un esquema o un sistema solar, no ha de suponerse
que se anula por completo, simplemente ha pasado más allá de la periferia de
“cualquier círculo no se pasa” que ha estado energetizando, y la fuerza de Su
influencia se enfoca en otra parte. El receptor original se convierte en canal
o agente trasmisor y no en recipiente o absorbente. Nuevamente las palabras
entorpecen y demuestran cuán inadecuadas son para expresar una idea. Lo que el
estudiante debe reconocer es que, durante el ciclo de influencia de un rayo, el
objeto de su atención inmediata es recibir dicha influencia y absorberla,
trasmutándola de acuerdo a su necesidad; por lo tanto, no queda mucha
influencia disponible para ser trasmitida. Cuando el ciclo se acerca a su
término se hará sentir cada vez más en otro lugar la influencia del rayo o
magnetismo, hasta que, prácticamente, ésta haya pasado sin ser absorbida.
Esto es, precisamente, lo que
comienza a suceder en relación con el sexto Rayo de Devoción. Los Egos que se
encuentran en dicho Rayo tomarán forma en otros globos y cadenas y no tanto en
nuestro planeta. En lo que a nosotros respecta, las vibraciones de ese Rayo se
aquietarán, aumentando su actividad en otro lugar. En otras palabras, podemos
decir que nuestro planeta y todo lo que éste contiene se convertirá en
positivo, ya no será receptivo, y rechazará momentáneamente este tipo
particular de fuerza. Una manifestación psíquica de esto puede observarse en el
decreciente entusiasmo cristiano. Dicho rayo, al cual pertenece el Chohan
Jesús, no derramará su fuerza, como lo ha hecho hasta ahora sobre la forma que
Él construyó y, lógicamente, se desintegrará en forma lenta, pero segura,
después de haber servido su propósito cerca de dos mil años. Más tarde esta
misma fuerza volverá a hacerse sentir y una nueva forma vendrá lentamente al
ser, pero en forma más adecuada.
En consecuencia, se evidencia que el
conocimiento de estos ciclos y de la fuerza de la manifestación u oscuración de
un Rayo, conducirán con el tiempo a actuar con la Ley y a colaborar
inteligentemente con el plan de la evolución. Puede afirmarse aquí que los
siete Kumaras (los cuatro exotéricos y los tres esotéricos) colaboran con esta
ley y actúan, esotérica o exotéricamente, de acuerdo al Rayo que está asumiendo
el poder, excepto el primer Kumara o Logos de nuestro esquema quien, por ser el
punto sintetizador de todos, permanece siempre en actividad objetiva.
La actividad de este sexto Rayo rige
la oscuración o manifestación de un sistema y de un esquema, con todo lo que
influyen tales manifestaciones. De allí el énfasis que todos los libros de
ocultismo ponen en el estudio de los ciclos y en la diferenciación de los cien
años de Brahma en sus partes componentes. Este conocimiento encierra el
misterio del Ser, de la fuerza eléctrica y de la síntesis fohática.
No haré mayores comentarios sobre
los efectos futuros del Rayo que está entrando en una oscuración temporaria, en
lo que a nosotros concierne. Más adelante trataremos con mayor extensión, de la
que se ha dado a los otros Rayos, el tema del séptimo tipo de fuerza que está
asumiendo el poder, por lo tanto, es un factor vital en la evolución inmediata
del hombre.
Ahora consideraremos las fuerzas que
prevalecen en la actualidad, de allí su suprema importancia en relación con lo
que voy a exponer. En primer lugar podría decir que el principal problema
actual se debe a que actúan simultáneamente dos rayos de gran poder. Sus
efectos se hallan hasta ahora tan bien equilibrados que se ha producido una
situación que está descripta en los antiguos archivos como: “La época en que
las cimas de las montañas protectoras se despeñan de su lugar elevado, y las
voces de los hombres se pierden en el estrépito y estruendo de la caída”. Dichos
períodos sólo ocurren en raros y largos intervalos, y cada vez que tiene lugar
se inicia un período peculiarmente significativo de divina actividad. Las
antiguas cosas desaparecen, pero sin embargo, se restauran los viejos mojones.
El séptimo rayo de Orden Ceremonial o Ritual, está entrando en manifestación.
El sexto rayo de Idealismo o Visión Abstracta, está saliendo lentamente. El
séptimo rayo traerá a la manifestación lo que fue visualizado y también lo que
constituyó los ideales del precedente ciclo de actividad de sexto rayo. Un rayo
prepara el camino para el otro, y la razón de que se manifieste uno u otro
depende del Plan y del Propósito divinos. No es frecuente que dos rayos sigan
uno al otro en regular secuencia numérica, como acontece ahora. Cuando esto
sucede, los efectos siguen a las causas rápidamente y esto podría ser la base
de una segura esperanza.
La influencia del sexto rayo sirvió
para llevara las mentes de los hombres hacia un ideal, por ejemplo, el
sacrificio o servicio individuales. En dicho período la misión mística fue lo
más elevado que podía lograrse, y numerosos guías místicos aparecieron en
Occidente y Oriente.
La influencia del séptimo rayo
producirá con el tiempo al mago, pero en esta era se practicará
predominantemente la magia blanca (no como sucedía en los días atlantes, que
predominaba el egoísmo o la magia negra). El mago blanco trabaja con las
fuerzas de la naturaleza y las devuelve a la humanidad avanzada para que las
controle. Esto bien puede verse ya actuando por medio de los científicos que
han surgido a fines del siglo pasado y en el siglo XX. También es verdad que
gran parte de su trabajo mágico ha sido dirigido hacia canales egoístas debido
a la tendencia de esta época materialista, y muchos de sus descubrimientos sabios
y verdaderos, realizados en el reino de la energía, fueron adaptados a los
fines que hoy sirven al odio y al amor propio del hombre. Pero esto de ninguna
manera milita en contra de sus maravillosas realizaciones. Cuando se trasmute
el móvil del interés puramente científico en amor a la revelación divina, y
cuando el servicio a la raza sea la fuerza determinante, entonces tendremos la
verdadera magia blanca. Por lo tanto, tenemos aquí la necesidad de transformar
al místico en ocultista y entrenar al moderno aspirante sobre el correcto
móvil, el control mental y el amor fraternal -todo lo cual deberá ser
expresado, y se expresará, por medio de la inofensividad, que es la fuerza más
poderosa que existe en la actualidad. No me refiero a la no resistencia, sino a
esa actitud mental positiva del que no piensa mal. El que no tiene malos
pensamientos ni hace mal a nadie es un ciudadano del mundo de Dios.
Deben tenerse presente las
siguientes relaciones que existen entre el sexto y el séptimo rayos; los
estudiantes deberían comprender la relación que hay entre el pasado y el futuro
inmediato, y ver en ello el desarrollo del Plan de Dios y la futura salvación
de la raza:
1. El
sexto rayo fomentó la visión.
El séptimo rayo materializará
lo que fue visualizado.
2. El
sexto rayo produjo al místico, como el tipo máximo de aspirante.
El séptimo rayo desarrollará
al mago que trabaja en el campo de la magia blanca.
3. El sexto rayo, como parte del plan evolutivo, condujo a la separatividad, al
nacionalismo y al sectarismo, debido a la naturaleza selectiva de la mente y a
su tendencia a dividir y separar.
El séptimo rayo conducirá a la
fusión y síntesis, porque el tipo de su energía fusiona el espíritu y la
materia.
4.
La actividad del sexto rayo condujo a la formación de grupos de discípulos que
trabajan en grupo, pero sin estrecha relación y sujetos a desavenencias
internas, basadas en las reacciones de la personalidad.
El séptimo rayo entrenará y
producirá grupos de iniciados que trabajarán al unísono con el Plan y entre sí.
5. El
sexto rayo proporcionó el sentido de dualidad a una humanidad que se
consideraba una unidad física. Exponentes de esta actitud son los psicólogos
académicos materialistas.
El séptimo rayo introducirá el
sentido de la unidad superior; primero, la de la personalidad integrada de las
masas y, segundo, la fusión del alma y del cuerpo en los aspirantes del mundo.
6. El
sexto rayo establece una diferencia de ese aspecto de la energía universal
eléctrica conocida como electricidad moderna, producida para servir a los fines
materiales del hombre.
El periódico séptimo rayo
familiarizará al hombre con ese tipo de fenómeno eléctrico que produce la
coordinación de todas las formas.
7. El
sexto rayo produjo, debido a su influencia, el surgimiento en las mentes de los
hombres de los siguientes conocimientos:
a. El conocimiento de la luz y de la
electricidad en el plano físico.
b. El conocimiento, entre esotéricos
y espiritistas, de la existencia de la luz astral.
c. El interés por la iluminación
tanto física como mental.
d. La astrofísica y los nuevos
descubrimientos astronómicos.
El séptimo rayo cambiará las teorías
de los pensadores avanzados de la raza y las convertirá en realidades en los
futuros sistemas de educación. La educación y la acrecentada comprensión
respecto a la iluminación en todos los campos, serán consideradas oportunamente
como ideales similares.
8. El
sexto rayo enseñó el significado del sacrificio, y de esta enseñanza la
crucifixión fue el emblema sobresaliente para los iniciados. La filantropía fue
expresión de la misma enseñanza para la humanidad avanzada. El problemático
ideal de ser simplemente bueno encierra el mismo móvil, aplicada a las masas
irreflexivas.
El séptimo rayo traerá a la
conciencia de los futuros iniciados el concepto del servicio y el sacrificio
grupales. Esto inaugurará la era del “servicio divino”. La pasión del individuo
entregado al sacrificio y al servicio en el grupo y para el ideal del grupo,
será la meta de la masa de pensadores avanzados en la Nueva Era, mientras que
para el resto de la humanidad la hermandad será la tónica de sus esfuerzos.
Estas palabras tienen una connotación y significación más amplia de lo que
pueden saber y comprender los pensadores de hoy.
9. El
sexto rayo promovió el crecimiento del espíritu individualista. Los grupos
existen, pero son grupos de individuos reunidos alrededor de un individuo,
El séptimo rayo fomentará el
espíritu grupal; el ritmo, el objetivo y las actuaciones rituales del grupo
serán los fenómenos fundamentales.
10. La influencia
del sexto rayo trasmitió a los hombres la capacidad de reconocer al Cristo
histórico, y desarrollar la estructura de la fe cristiana coloreada por la
visión de un gran Hijo de Amor, pero cualificada por una excesiva militancia y
separatividad, basadas en un estrecho idealismo.
El séptimo rayo trasmitirá a los
hombres el poder de reconocer al Cristo cósmico y producir la futura religión
científica de la Luz, que le permitirá cumplir el mandato del Cristo
histórico y dejar que brille Su luz.
11. El sexto rayo
produjo las grandes religiones idealistas con su visión y estrechez necesarias
-estrechez imprescindible para proteger a las almas infantiles.
El séptimo rayo liberará de la etapa
infantil a las almas desarrolladas e introducirá la comprensión científica del
propósito divino que fomentará la futura síntesis religiosa.
12. El efecto
producido por la influencia del sexto rayo fomentó los instintos separatistas
-religión dogmática, exactitud científica, escuelas de pensamiento con sus
barreras doctrinarias y excluyentes y el culto a la patria.
El séptimo rayo preparará el camino
para el reconocimiento de premisas más amplias, que se materializarán como la
nueva religión mundial que acentuará la unidad, excluyendo la uniformidad, y
preparará para esa técnica científica que hará percibir la luz universal que
todas las formas velan u ocultan, internacionalismo que se manifestará como
hermandad práctica y como paz y buena voluntad entre los pueblos.”
Djwhal Khul (El Tibetano), El Séptimo Rayo: revelador de la Nueva Era
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