Dios
"F: ¿Puede
usted explicar qué es Dios?
KRISHNAMURTI: ¿Qué entiende usted por
Dios? Hemos explicado la energía y la materia, y ahora usted pregunta qué
entendemos por Dios. Yo jamás empleo la palabra ‘Dios’ para indicar algo que no
sea Dios. Lo que el pensamiento ha inventado no es Dios. Si ello ha sido
inventado por el pensamiento, sigue estando dentro del campo del tiempo, dentro
del campo de lo material.
P: El
pensamiento dice que yo no puedo ir más lejos.
KRISHNAMURTI: Pero él puede inventar a
Dios debido a que no puede ir más lejos. El pensamiento conoce sus
limitaciones, por eso trata de inventar lo ilimitado a lo que llama Dios. Esa
es la situación.
P: Cuando
el pensamiento ve sus limitaciones, todavía es consciente de una existencia que
está más allá de él mismo.
KRISHNAMURTI: La ha inventado el
pensamiento. Es posible ir más allá sólo cuando el pensamiento toca a su fin.
P: Ver
las limitaciones del pensamiento no es conocer el pensamiento.
KRISHNAMURTI: Por lo tanto, debemos
investigar el pensamiento y no a Dios.
D: Cuando
el pensamiento ve su propia limitación, prácticamente la desenmascara.
KRISHNAMURTI: ¿Se da cuenta el
pensamiento de que es limitado, o es el pensador quien se da cuenta de que el
pensamiento es limitado? Vea el punto. ¿Es el pensador ‑que es el producto del
pensamiento- el que se da cuenta de ello?
P: ¿Por
qué traza usted la distinción?
KRISHNAMURTI: El pensamiento ha creado
al pensador. Si el pensamiento no existiera, no habría un pensador. ¿Es el
pensador el que observando las limitaciones dice: `yo soy limitado', o el
pensamiento mismo se da cuenta de sus limitaciones, la cual implica dos
posiciones diferentes? Seamos claros en todo esto. Estamos explorando. Están
los dos, el pensamiento y el pensador; el pensador, observando al pensamiento,
ve mediante el razonamiento ‑que es lo material, que es energía‑ que la energía
es limitada. El pensador piensa esto en el reino del pensamiento.
D: Cuando
el pensador dice que el pensamiento es limitado, ambos ‑pensamiento y pensador‑
se vuelven signos de interrogación.
KRISHNAMURTI:. No, aun no. El
pensamiento es memoria, es la respuesta del conocimiento. El pensamiento ha
producido esta cosa llamada el pensador. El pensador se separa entonces del
pensamiento; al menos, piensa que está separado del pensamiento. El pensador,
mirando al intelecto, a la capacidad de raciocinio, ve que ésta es muy muy
limitada. Por lo tanto, el pensador condena a la razón; el pensador dice que el
pensamiento es muy limitado, lo cual es condenar. Entonces dice que debe haber
algo más que el pensamiento, algo fuera de este campo limitado. Eso es lo que
hacemos. Ahora tomamos las cosas tal como son. ¿Es el pensador el que piensa
que el pensamiento es limitado, o el pensamiento mismo se da cuenta de que es
limitado? No sé si usted ve la diferencia.
(…)
P: Ya
lo ve señor, ésa es toda la cuestión. Si en su enseñanza usted no pasara de este
punto, yo comprendería. Si usted dejara las cosas ahí; en el punto en que el
pensamiento mismo ve esto, en que las células cerebrales mismas lo ven, y se
quedara en ese punto, entonces habrá una total coherencia y lógica; pero usted
siempre se está moviendo, va más allá de esto y ahí no es posible usar palabra
alguna. Por lo tanto, llámelo como quiera pero se ha introducido el sentimiento
de Dios.
KRISHNAMURTI: No aceptaré la palabra
‘Dios’.
P: Por
medio de la razón, de la lógica, usted nos conduce hasta un punto. Pero no lo
deja ahí.
KRISHNAMURTI: Por supuesto que no.
P: Esa
es la verdadera paradoja.
KRISHNAMURTI: Rehúso aceptarlo como
una paradoja.
F: La
materia de algo y su significado no son intercambiables. ‘P’ está mezclando
ambas cosas.
KRISHNAMURTI: Lo que ella dice es
bastante simple: `El pensador y el pensamiento; nosotros podemos ver toda la
lógica de ello ‑de lo que usted dice‑ pero usted no lo deja ahí. Sigue
adelante'.
P: Penetra
en una abstracción. Yo digo que el pensamiento y el pensador son esencialmente
una misma cosa pero que el hombre los ha separado para su propia protección,
permanencia, seguridad. Nosotros preguntamos: ¿el pensador que piensa
pensamientos es limitado y por eso postula algo que esté más allá, porque debe
tener seguridad? ¿O es el pensamiento mismo el que dice que cualquiera sea el
movimiento, por sutil, obvio o razonable que fuere, el pensamiento sigue siendo
limitado? Pero Krishnaji va más allá que eso y penetra en abstracciones.
KRISHNAMURTI: Yo me doy cuenta de que
el pensador y el pensamiento son muy muy limitados, y no me detengo ahí. De
hacerlo, eso sería una filosofía netamente materialista. A eso es a lo que han
llegado muchos intelectuales en Oriente y Occidente. Pero ellos están siempre
atados, y estando atados se extienden, pero permanecen amarrados a un poste
constituido por sus experiencias, sus creencias.
Ahora bien, ¿qué ocurre si puedo
responder a la pregunta acerca de si el pensamiento mismo se da cuenta de sus
limitaciones? Sabiendo el pensamiento que él es energía, que es memoria,
sufrimiento... percibe entonces que cualquier movimiento del pensar es
conciencia, que es el contenido de la conciencia y que sin el contenido no hay
conciencia. ¿Qué ocurre entonces? ¿Es eso observable o no? Yo no invento a
Dios.
P: Yo
no digo eso. Nunca dije que usted inventa a Dios. Digo que hasta llegar a ese
punto su posición es materialista, racional, lógica; luego, súbitamente, usted
introduce otro elemento.
KRISHNAMURTI: No. Véalo. El
pensamiento mismo se da cuenta ‑no el pensador que piensa, que es incapaz de
darse cuenta y que por lo tanto, postula una supra-conciencia, un ‘yo’ más
elevado, Dios o lo que fuere‑, es el mismo pensamiento que advierte que
cualquier movimiento que haga está dentro del campo del tiempo Entonces, ¿qué
ocurre? El pensamiento se acalla por completo ‑éste es un hecho observable,
comprobable. El silencio que adviene no es el resultado de la disciplina. ¿Qué
ocurre, pues?
P: Señor,
déjeme hacerle una pregunta. En ese estado prosigue el registro de todos los
ruidos. ¿Qué es la máquina que registra?
KRISHNAMURTI: El cerebro.
P: El
cerebro es lo material. Por lo tanto, este registro continúa.
KRISHNAMURTI: Continúa todo el tiempo,
tanto si uno es consciente como si es inconsciente de ello.
P: Usted
puede no nombrarlo, pero el sentido de la existencia prosigue.
KRISHNAMURTI: No. Usted emplea la
palabra ‘existencia’, pero es el registro lo que prosigue. Aquí quiero
establecer la diferencia.
P: No
nos alejemos. No es que toda la existencia se borre, como sucederá si el
pensamiento se terminara.
KRISHNAMURTI: Al contrario.
P: Existencia:
el sentido de la existencia, ‘es’.
KRISHNAMURTI: La vida prosigue pero
sin el ‘yo’ como el observador. La vida continúa, el registro continúa, la memoria
continúa, pero el ‘yo’ creado por el pensamiento, el ‘yo’ que es el contenido
de la conciencia, ese ‘yo’ desaparece; obviamente, porque ese ‘yo’ es lo
limitado. Por lo tanto, el pensamiento ‑como el ‘yo’- dice: “yo soy limitado”.
Eso no significa que el cuerpo no continúe, pero el centro que es la actividad
del ‘sí mismo’ como el ‘yo’, eso no continúa. Y nuevamente ello es lógico,
porque el pensamiento dice: “soy limitado, no crearé el ‘yo’ que es una
limitación adicional”. El pensamiento se da cuenta de ello, y ello desaparece.
P: Se
ha dicho que el pensamiento creando al ‘yo’, es la limitación...
KRISHNAMURTI: El pensamiento crea al
‘yo’ y el ‘yo’ se da cuenta de que es limitado; así, el ‘yo’ deja de ser.
F: Cuando
esto ocurre, por qué ha de nombrarlo uno como’ pensamiento’?
KRISHNAMURTI: Yo no estoy nombrando
nada. Me doy cuenta de que el pensamiento es la respuesta del pasado. El ‘yo’
está constituido por la suma de diferentes pensamientos: éstos han creado al
‘yo’ que es el pasado; el ‘yo’ es el pasado, el ‘yo’ proyecta el futuro.
Ahora todo el fenómeno es un
asunto muy insignificante. Eso es todo. ¿Cuál es entonces la siguiente
pregunta?
F: ¿Qué
tiene que ver con Dios ese estado de desesperanza?
KRISHNAMURTI: No es un estado de
desesperanza. Al contrario, usted ha introducido la cualidad de la desesperanza
porque su pensamiento ha dicho que no puede ir más allá de sí mismo y por lo
tanto, está desesperado. El pensamiento se da cuenta de que cualquier
movimiento que haga, sigue estando dentro del campo del tiempo, sea que lo
llame desesperación, realización, placer, temor.
P: El
darse cuenta de las limitaciones es entonces, un estado de desesperación.
KRISHNAMURTI: No. usted introduce la
desesperación. Yo sólo digo que la desesperación es parte del pensamiento. La
esperanza es parte del pensamiento, y ese pensamiento dice que cualquiera sea
el movimiento que yo haga, sea desesperación, placer, temor, apego o desapego,
es un movimiento del pensar. Cuando el pensamiento se da cuenta de que todo esto
es un movimiento de él mismo en diferentes formas, cuando se da cuenta de eso,
se detiene. Ahora, sigamos adelante.
P: Quiero
preguntarle algo. Usted dijo que la existencia continúa sin el ‘yo’. ¿Quién es
el que sigue adelante?
KRISHNAMURTI: Nos hemos alejado de la
palabra ‘Dios’.
P: Si
mi empleo de la palabra ‘Dios‘ está muy en el campo del pensamiento, entonces
la descarto. Por lo tanto digo que si el pensamiento ‑como el ‘yo’‑ ha cesado
¿cuál es el instrumento de la investigación?
KRISHNAMURTI: Hemos llegado a un punto
en que no hay movimiento del pensar. Al investigar dentro de sí mismo tan
profundamente como lo estamos haciendo ahora, tan completamente tan
lógicamente, el pensamiento se ha detenido. Ahora pregunta: ¿cuál es el nuevo
factor que ha surgido y que va a investigar? O bien, ¿cuál es el nuevo
instrumento de la investigación? Ya no es el viejo instrumento, ¿de acuerdo? El
intelecto, su agudeza de pensamiento, la cualidad misma del pensamiento, la
objetividad, el pensamiento que ha creado tremenda confusión, todo eso ha sido
negado.
P: El
pensamiento es la palabra y el significado. Si en la conciencia hay un
movimiento en el que no existen la palabra y el significado, hay alguna otra
cosa que está operando. ¿Qué es esta cosa?
KRISHNAMURTI: Hemos dicho que el
pensamiento es el pasado, el pensamiento es la palabra, el pensamiento es el
significado, el pensamiento es el resultado del sufrimiento. Y el pensamiento
dice que yo he tratado de investigar y que mi investigación me ha llevado a ver
mis propias limitaciones. ¿Cuál es ahora la siguiente pregunta? ¿Qué es la
investigación, entonces? Si usted ve claramente las limitaciones, ¿qué es lo
que está sucediendo?
(…)
P: Cuando
el pensamiento cesa, no hay nada más que investigar.
KRISHNAMURTI: Cuando el pensamiento
cesa, ¿qué más hay que investigar entonces? ¿Quién es entonces el investigador?
¿Y cuál es el resultado de la investigación? ¿Cuál es ahora la pregunta? ¿Qué
hay que investigar? O bien, ¿quién o qué es el instrumento que investiga?
P: Uno
siempre ha considerado a la investigación como un movimiento hacia un punto
KRISHNAMURTI: ¿Es un movimiento hacia
adelante?
P: Estamos
tratando de investigar a Dios, la verdad, pero como el pensamiento ha cesado,
no existe un punto hacia el cual pueda haber un movimiento.
KRISHNAMURTI: Vaya despacio, no afirme
nada categóricamente. Todo cuanto puede usted decir es que no hay movimiento,
no hay un movimiento hacia adelante. El movimiento hacia adelante implica
pensamiento y tiempo. Eso es todo cuanto estoy tratando de averiguar. Cuando
usted realmente niega eso, cuando niega el movimiento externo o interno, ¿qué
es lo que ocurre?
Ahora comienza una investigación
de una clase por completo diferente. En primer lugar, la mente, el cerebro, se
da cuenta de que necesita orden, seguridad, que necesita estar a salvo para
funcionar cuerdamente, felizmente, fácilmente. Es ésa su máxima exigencia;
ahora el cerebro se da cuenta de que cualquier movimiento que provenga de él
mismo está en el campo del tiempo y por tanto, en el campo del pensamiento.
Entonces, ¿hay movimiento en absoluto? ¿O existe una clase por completo
diferente de movimiento, cualitativamente diferente, que no tiene relación con
el tiempo, con el proceso, con el movimiento hacia adelante o hacia atrás?
Ahora nuestra pregunta es: ¿existe algún otro movimiento? ¿Hay algo que no esté
relacionado con el tiempo?
Cualquier movimiento, hasta
donde el cerebro esté involucrado, se halla en el campo del tiempo ‑sea ese
movimiento externo o interno. Veo eso. El cerebro se da cuenta de que aun
cuando pueda pensar que se extiende infinitamente, sigue siendo muy pequeño.
Bien, ¿existe un movimiento que
no esté relacionado con el pensar? Esta pregunta la hace el cerebro, no alguna
entidad superior. El cerebro se da cuenta de que cualquier movimiento en el
tiempo es dolor. Por lo tanto, se abstiene naturalmente de todo movimiento.
Entonces se pregunta si hay algún otro movimiento que él realmente no conozca,
que él nunca haya experimentado.
Eso significa que uno debe
retroceder a la cuestión de la energía. Hay energía humana y energía cósmica.
Uno ha estado siempre considerando a la energía humana como separada, limitada,
incompleta dentro de su campo limitado. Ahora la batalla se terminó, ¿entiende
lo que quiero decir? ¿Lo ve? Uno ha considerado siempre que el movimiento de la
energía estaba dentro del campo limitado, y la separaba de la energía cósmica,
universal. Ahora el pensamiento se ha dado cuenta de su limitación y en
consecuencia, la energía humana se ha convertido en algo por completo
diferente. La división ‑lo cósmico y lo humano- es creada por el pensamiento.
La división cesa y ha entrado en juego otro factor. Para una mente que no se
halla centrada en sí misma, la división no existe. ¿Qué hay que investigar
entonces? O, ¿cuál es el instrumento de la investigación? Hay una
investigación, pero no es la investigación a la que estoy acostumbrado: el
ejercicio del intelecto, el razonamiento y todo eso. Y esta investigación no es
intuición. Ahora el cerebro se da cuenta de que en él no hay división alguna.
Por lo tanto, no está dividido como algo cósmico, humano, sexual, científico.
La energía no tiene divisiones.
¿Qué ocurre entonces? Hemos
comenzado preguntando si el pensamiento es materialista. El pensamiento es
material porque el cerebro es materia. El pensamiento es el resultado de lo
material; puede ser abstracto, pero es el resultado de lo material.
Evidentemente, lo es. Son pocos los que han ido más allá.
F: El
significado del cuerpo es la conciencia, literalmente, ¿cuál es el significado
de la existencia?
KRISHNAMURTI: ¿Cuál es el significado
de esta habitación? El vacío, porque el vacío está creado por las cuatro
pareces, y en ese vacío yo puedo colocar una silla y usar la habitación.
F: La
habitación tiene un significado porque ‘P’ vive en ella.
KRISHNAMURTI: Vive en ella con sus
muebles, sus temores, esperanzas, disputas.
F: Usted
dice que la conciencia es el contenido, pero yo pregunto más. ¿Cuál es el
significado, no la descripción?
KRISHNAMURTI: ‘F’ quiere decir el
significado de mi existencia. Ninguno, en absoluto...
F: ¿No
es cuestión de que uno quiera tener un significado? ¿Cuál es el significado de
Krishnamurti? ¿Puede uno negar el ser? Entonces, uno está aniquilado. Dentro
está el individuo, el censor, la existencia, la conciencia, el cuerpo; y hay
tanto más ‑el alma abstracta; finalmente, un alma alrededor de la cual todo
tropieza. ¿Puede uno negar eso?
KRISHNAMURTI: El alma es el ‘yo’.
P: Ahí
es donde radica la dificultad. La pregunta de ‘F’ tiene validez porque la
conciencia de sí mismo es la cosa más difícil de negar. Si uno intenta negar el
‘ego‘ y el ‘sí mismo’, nunca podrá hacerlo. Pero si procede tal como acabamos
de hacerlo, eso es todo cuanto se necesita.
F: ¿Cuál
es el significado de todo esto? ¿Por qué debe terminar el ‘yo’? El significado
de los átomos es el organismo, el significado del organismo es la conciencia,
¿por qué debe ello detenerse ahí’?
KRISHNAMURTI: No se detiene ahí. Se
detiene ahí sólo cuando el pensamiento se da cuenta de sus limitaciones.
Retrocedamos. ¿Qué instrumento es el que va a investigar? ‑instrumento en el
cual no haya separación, en el cual no exista el investigador y lo
investigado-. Yo veo que el pensamiento realmente no tiene sentido. Lo tiene
sólo dentro de su pequeño campo. Ahora él pregunta ‑no como el descubridor que
descubre algo-, qué es lo que hay que descubrir.
¿Qué movimiento es ése que no es
ni interno ni externo? ¿Es acaso la muerte? ¿Es la completa negación de todo?
¿Qué ocurre entonces? ¿Qué es la investigación? Cuando el pensamiento se
termina, en ese hecho lo incluimos todo; incluimos el significado, la
conciencia, el contenido de la conciencia, el éxito, el fracaso. Todo está
dentro de ese campo. Cuando eso se termina, ¿qué ocurre entonces? El cerebro
existe, existe el acto de registrar ‑la parte que está registrando. El registro
continúa. Tiene que continuar; de otro modo, el cerebro enloquecería. Pero está
la totalidad, que se halla completamente quieta. Ya no está involucrado el
pensamiento. El pensamiento no penetra para nada en ese campo. El pensamiento
interviene en un campo muy pequeño del cerebro.
P: Es
un hecho el de que usamos una ínfima parte de nuestro cerebro.
KRISHNAMURTI: Está la otra parte. (…) El
viejo cerebro es muy limitado. El cerebro entero es lo nuevo que no ha sido
empleado. La cualidad total del cerebro es nueva; el pensamiento, que es
limitado, funciona en un campo limitado. El viejo cerebro no está activo porque
lo limitado ha dejado de ser.
P: Entonces,
usted dice que si uno ve a una pequeña parte del cerebro como limitada, la
limitación se termina ¿es así?
KRISHNAMURTI: No, la limitación
continúa.
(…)
P: Si
el pensamiento cesa con su palabra y su significado, cualquier cosa que esté
operando entonces, no es reconocible como palabra y significado.
F: Usted
estrecha el campo. Yo aun cuestiono legítimamente que la frustración sea el
único punto de localización.
KRISHNAMURTI: Yo incluí todo, no sólo
la frustración sino todo cuanto se encuentra en el campo del tiempo. Ahora veo
que las células cerebrales han operado en un campo muy pequeño, y que ese
pequeño campo con su energía limitada ha creado todo el daño. El viejo cerebro
se aquieta. Lo que hemos llamado quietud, es la limitación que se aquieta. El
ruido de eso ha terminado y ése es el silencio de la limitación. Cuando el
pensamiento se da cuenta de eso, entonces el cerebro mismo, todo el cerebro, se
aquieta.
P: Sin
embargo, registra.
KRISHNAMURTI: Por supuesto. El ruido
prosigue.
P: La
existencia continúa.
KRISHNAMURTI: La existencia sin
ninguna continuidad. ¿Qué ocurre entonces? Todo el cerebro se aquieta, no la
parte limitada.
F: Para
nosotros es la misma cosa.
P: Si
uno no conoce lo otro y lo otro no es manejable, lo que para nosotros se
aquieta es sólo la limitación.
KRISHNAMURTI: Por lo tanto, esa
quietud no es quietud.
P: Usted
está introduciendo algo nuevo...
D: ¿Qué
le hace decir que nosotros no empleamos todo el cerebro?
F: Yo
digo que todo mi cerebro está funcionando, pero que no soy consiente de ello
porque me encierro a mí mismo dentro del campo limitado.
KRISHNAMURTI: Por favor, primero
detenga el movimiento del pensar, luego vea lo que ocurre.
(…)
KRISHNAMURTI: El cerebro total siempre
ha estado silencioso. Lo que yo he llamado silencio es el cese del ‘yo’, del
pensamiento que parlotea constantemente. El constante parlotear es el
pensamiento. Ese parloteo se ha detenido por completo. Cuando el parloteo toca
a su fin, hay una sensación de silencio, pero eso no es silencio. El silencio
tiene lugar cuando la mente total, el cerebro ‑aunque registrando- está
completamente quieto, porque la energía está quieta. Ella puede estallar
explosivamente, pero la base de la energía es quietud.
Ahora bien, la pasión existe
sólo cuando no hay movimiento del dolor. ¿Ha comprendido lo que he dicho? El
dolor es energía. Cuando hay dolor, existe el movimiento de escape a través del
comprender ese dolor, del suprimirlo. Pero cuando no hay movimiento alguno en
el dolor, se produce un estallido en la pasión. La misma cosa sucede cuando no
hay movimiento ‑externo o interno-, cuando no hay movimiento del silencio que
el ‘yo’ ha creado por sí mismo con su limitación, para lograr algo más. Cuando
hay absoluto silencio, silencio total y por tanto, no hay movimiento de ningún
género, cuando todo está completamente quieto, hay una clase por completo
diferente de explosión que es...
P:
...Dios.
KRISHNAMURTI: Me niego a usar la
palabra ‘Dios’, pero este estado no es una invención. No es una cosa producida
por el astuto pensamiento, porque el pensamiento se halla completamente
inmóvil. Por eso es importante explorar el pensamiento, y no ‘lo otro’."
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Extracto de J. Krishnamurti, Tradición y
revolución (título original: Tradition and Revolution, London, 1972), Diálogo 25;
Edhasa, Barcelona, 1978.Versión castellana: Armando Clavier.