15 de noviembre de 2014

"UNA TIERRA SIN CAMINOS" (XXVI): J. Krishnamurti y la mutación del cerebro programado (2)






Energía y transformación



Interlocutor P: Tanto la ciencia como el yoga sostienen que cuando un organismo vivo es expuesto a una energía tremenda, tiene lugar una mutación. Esto sucede cuando hay una exposición excesiva a las radiaciones ‑que pueden llevar a una mutación en los genes. Según el yoga, eso ocurre también cuando el pensamiento es expuesto, en la conciencia, al fuego de la energía. ¿Piensa usted que esto tiene algún sentido en términos de lo que usted enseña?

B: La radiación puede ocasionar deformidad. Puede haber una mutación destructiva. Un rayo láser atraviesa el acero y la carne, tiene tanto el poder de destruir como el de curar.

KRISHNAMURTI: ¿Qué diría usted que es la energía humana? ¿Qué es la energía en los seres humanos? Hagámoslo muy sencillo.

P: La energía es lo que hace posible el movimiento.

B: La energía está a diferentes niveles. Existe la energía al nivel físico. Luego el cerebro mismo es una fuente de energía; emite impulsos eléctricos.

KRISHNAMURTI: Todo movimiento, radiación, cualquier movimiento del pensar, cualquier acción, es energía. ¿Cuándo se torna intensa la energía? ¿Cuándo puede hacer las cosas más sorprendentes? ¿Cuándo puede ser dirigida para que haga cosas increíbles?

P: Cuando no se disipa. Cuando se la concentra.

KRISHNAMURTI: ¿Cuándo sucede eso? ¿Sucede en medio del odio, la ira, la violencia? ¿Sucede cuando hay ambición, cuando hay un deseo tremendo? ¿Sucede cuando un poeta tiene el impulso, la vitalidad, la energía para escribir?

P: Una energía semejante cristaliza y se torna estática.

KRISHNAMURTI: Conocemos esta forma de energía. Pero la energía que conocemos no produce un cambio en la mente humana. ¿Por qué? Esta energía se vuelve intensa cuando está actuando el deseo de realización. ¿Cuándo se mueve ella en una dimensión diferente? Un artista o un científico, usando su talento, intensifican la energía y le dan una expresión. Pero la cualidad de la mente, la cualidad del ser no se transforma por medio de esta energía.

P: Hay algo errado en todo esto.

KRISHNAMURTI: Usted pregunta si existe una cualidad de energía que transforme la mente humana. Esa es su pregunta. Ahora bien, ¿por qué no ocurre eso en el artista, en el músico, en el escritor?

P: Pienso que es porque la energía de ellos es unidimensional.

KRISHNAMURTI: El artista sigue siendo codicioso, ambicioso, un burgués.

S: ¿Por qué dice usted que la codicia estorba la acción de la energía? El hombre puede ser ambicioso, pero también es bueno. Son estos los elementos que constituyen su personalidad.

KRISHNAMURTI: Nosotros preguntamos por qué, cuando el hombre tiene esa energía, esa energía no produce un cambio radical

P: El hombre tiene energía para operar en su medio. Pero existen grandes áreas de su ser donde no hay movimiento de energía.

KRISHNAMURTI: El hombre usa la energía y opera plenamente en una dirección, mientras que en la otra permanece inactivo. La energía está inactiva en una parte de su existencia, y en la otra parte está activa.

P: Aun los elementos sensoriales del hombre son parcialmente utilizados.




KRISHNAMURTI: El hombre es un ser fragmentario. ¿Por qué tiene lugar esta división? Un fragmento se halla tremendamente activo, el otro no funciona en absoluto. Un fragmento es vulgar, burgués, mezquino. ¿Cuándo se unen estos dos fragmentos para tornarse en una energía armónica, una energía no dividida?

P: Cuando los instrumentos sensoriales operan en toda su plenitud.

KRISHNAMURTI: ¿Cuándo ocurre esto? ¿Operan completamente cuando hay una tremenda crisis?

P: No siempre, señor. La acción de la crisis también puede ser parcial; usted puede saltar cuando ve una víbora, pero puede caer en un arbusto espinoso.

KRISHNAMURTI: ¿Cuándo cesa el fragmento de ser un fragmento? ¿No pensamos en términos de movimiento, en términos de acción, de cambio? Hemos aceptado el movimiento del devenir. Hemos aceptado la fragmentación. El movimiento del devenir, del llegar a ser, es siempre un movimiento fragmentado. ¿Existe un movimiento que no pertenezca a estas categorías? Vea qué ocurre si no hay movimiento en absoluto.

P: Yo siempre he encontrado difícil comprender esta proposición suya. La misma naturaleza de la formulación sugiere lo otro, lo opuesto.

S: Uno en realidad no conoce el estado de movimiento inactivo.

KRISHNAMURTI: Al comienzo dijimos que había fragmentación. Un fragmento está muy activo y el otro está inactivo.

B: La energía del artista, la totalidad de su ser, opera en una sola dimensión. Hay falta de percepción sensible.

KRISHNAMURTI: No estoy del todo seguro. Un fragmento es sensible. Usted dice que el otro fragmento no se percibe en absoluto a sí mismo.

P: El artista pinta y también tiene un lance amoroso con una mujer. El no ve estas acciones como fragmentos.

KRISHNAMURTI: Hemos ido más allá de eso. Vemos que él está fragmentado. Opera en fragmentos ‑uno está activo y el otro está inactivo. En este letargo hay una acción en marcha. Uno es muy activo, y el otro es una acción en un tono menor. Vemos esto.
Ahora la pregunta es: ¿puede esta energía intensificarse para producir una mutación en las células cerebrales?

P: ¿Puede esa energía tomar la parte perezosa y alterar su misma estructura de modo que haya una transformación en ambas partes?

KRISHNAMURTI: Yo puedo ser un gran escultor. Una parte de mí está inactiva. ¿Usted pregunta si puede haber una mutación no sólo en la parte inactiva sino también en esa energía que participa en la formación del escultor?
La pregunta es: ¿aceptaría yo el hecho de que puedo dejar de ser un escultor? Porque eso puede ocurrir. Cuando encaro este problema de un cambio en las mismas células cerebrales, cabe la posibilidad de que no sea más un escultor. Pero para mí es muy importante ser un escultor. No quiero desprenderme de eso.

P: Dejemos al escultor. Aquí estamos frente a usted, que dice: miren, este cambio en la estructura de las células cerebrales puede significar el cese de todo talento, de toda acción significativa. Nosotros aceptamos lo que usted dice.

KRISHNAMURTI: Correcto. Si usted está preparado para desprenderse de esas cosas, ¿qué ocurre entonces? Eso significa que usted se desprende del talento, de la realización, de la perpetuación del ‘yo’. Ahora bien; ¿cuándo tiene lugar esta mutación que la energía produce en las células del cerebro?
Vea, donde la energía se disipa a través del talento y de otros canales, ella no puede ser completamente retenida. Cuando esta energía no se mueve en absoluto, entonces pienso que algo ocurre, entonces esa energía tiene que estallar. Pienso que entonces cambia la cualidad de la célula cerebral misma. Es por eso que preguntaba por qué siempre pensamos en términos de movimiento.
Cuando no hay movimiento ni interna ni externamente, cuando no hay deseo de experimentar ni de despertar ni de ver, ni movimiento de ninguna clase, entonces la energía se halla a su máximo nivel. Lo que significa que uno debe negar todo movimiento. Cuando ello ocurre, la energía está completamente quieta, y eso es silencio.
Como decíamos el otro día, cuando hay silencio la mente se está transformando a sí misma.
Cuando se la abandona por completo, cuando nadie la está cultivando, ella está quieta como la matriz. La mente es el vaso del movimiento, y cuando ese movimiento no tiene forma, no tiene ‘yo’ ni visiones ni imágenes, entonces la mente está por completo quieta. En esa mente no hay memoria. Entonces las células cerebrales experimentan un cambio.
Las células del cerebro son usadas para el movimiento en el tiempo. Ellas son el residuo del tiempo y el tiempo es movimiento; un movimiento dentro del espacio que el tiempo crea a medida que se mueve. Cuando la mente ve esto, cuando ve la futilidad de todo movimiento en el sentido del tiempo, entonces todo movimiento termina. En consecuencia, cuando la mente niega por completo todo movimiento y por lo tanto, todo tiempo, todo pensamiento, todo recuerdo, entonces hay absoluta quietud, no quietud relativa.
Por consiguiente, la cuestión no es cómo producir la mutación, sino investigar la estructura de las células cerebrales. El darse cuenta de que cualquier movimiento de las células cerebrales da continuidad al tiempo mismo, pone fin a todo movimiento
El movimiento está siempre en el pasado o en el futuro ‑movimiento desde el pasado, a través del presente, hacia el futuro-. Eso es todo cuanto conocemos y deseamos cambiar dentro de este movimiento Deseamos el movimiento y no obstante, queremos cambiar dentro de este movimiento; por lo tanto, las células cerebrales continúan operando. (Pausa)
Es asombrosamente simple. Yo no sé si usted ve esto. Todas queremos complicarlo. Cualquier esfuerzo para detener el movimiento es contradicción y por tanto, tiempo y por tanto, no hay cambio en absoluto. Los buscadores han hablado todos de un movimiento más elevado, el movimiento jerárquico. La pregunta es: ¿puede la mente negarse a sí misma todo movimiento?
Mire, cuando usted observa su cerebro ve que hay un centro que está completamente quieto y no obstante, escucha todo lo que pasa ‑el autobús, los pájaros-. Queremos detener el ruido exterior pero continuar con el ruido interno. Queremos detener el movimiento de afuera pero proseguir con el movimiento de adentro. Cuando no hay movimiento, hay una tremenda concentración de energía.
De modo que la mutación es la comprensión del movimiento y el fin del movimiento en las mismas células del cerebro.

Nueva Delhi
21 de diciembre de 1970



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Diálogo extraído de J. Krishnamurti, Tradición y revolución (título original: Tradition and Revolution, London, 1972), 6;  Edhasa, Barcelona, 1978.Versión castellana: Armando Clavier.

Imagen de portada: Afiche digital conmemorativo para The Tempest (La tempestad), de W. Shakespeare, interactivo en el sitio http://www.pinterest.com/folgerlibrary/the-tempest/



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